viernes, 14 de diciembre de 2012

RELATO

Soy una persona que,considera, la imaginación como un aspecto importante y básico para disfrutar y saborear los placeres de la vida.
En el terreno del sexo, no sólo la considero importante sino esencial.Por ello es un "músculo" que he intentado desarrollar y potenciar.
Por todo lo expuesto voy a compartir un pequeño relato ,fruto puramente de mi imaginación.
Espero que os guste y estimule tanto como a mi y sepais perdonar mis fallos, a fin de cuentas no soy escritor...




Éramos amigos de muy antiguo, con esa confianza que da la amistad bien asentada. Quizás, por eso, rechazaba la evidente atracción que sentía por ella, tenía claro que, generalmente, mezclar la amistad y otras cosas solía ser sinónimo de desastre.
Ella es una persona vital, alegre, con esa alegría que contagia y motiva, sin ser una súper modelo tiene una belleza realmente arrebatadora que potencia con su desinhibición y su alegría de vivir.
No tenemos secretos, nuestros gustos y pensamientos se suelen compartir, así que, ella es muy consciente de lo mucho que me gusta la fotografía, por eso no me extrañó cuando, en medio de una tranquila charla, se ofreció para posar para mi, “como yo estimase que me gustaría que fuesen las fotos” según sus palabras que iban acompañadas de una sonrisa que conozco muy bien porque suele llevar detrás una malévola idea. Pese a ello la idea me encantó y buscamos unas fechas en que nuestras responsabilidades nos permitiesen realizarla sin cortapisas.
Al fin llegó el día, yo estaba ansioso, tenía en mente realizar montones de fotografías de su hermoso cuerpo desnudo, con preciosa lencería y todas ellas lo más morbosas y excitantes que pudiese.
A la hora señalada apareció, su sonrisa le precedía.
Nada mas entrar me señaló que se le había olvidado indicarme la única condición para posar, esta condición era la siguiente: me colocaría un dispositivo de castidad masculino, (un CB supe después que se llamaban), realizaría toda la sesión desnudo con el cinturón como única prenda, y ella permanecería con las llaves de mi cinturón los días que yo tardase en preparar una presentación de sus fotos y mostrársela.
La verdad es que ni lo pensé, aún conociéndola ni me imaginaba que se le hubiese ocurrido todo esto, pero acepté y procedimos.
Primero me desnudé, sacó una especie de jaula de plástico para mi pene, me la colocó y cerró el candadito, luego, mientras yo miraba estupefacto mi miembro inaccesible, guardó las llaves. “Ya está, podemos empezar”, dijo, y así lo hicimos, la fotografié a placer, en lencería, ligueros, corsets, tanguitas, etc etc... Desnuda, de pie, tumbada, a 4 patas ,incluso llegó a tocarse para que lo inmortalizara, ¡fue espectacular!.
Cuando terminamos, se despidió con su sonrisa y las llaves, agitándolas ante mi cara, “a ver cuando se usan...” dejó en el aire.
Monté la presentación, y en 2 días la visionamos, 2 días encerrado en mi jaula, una sensación extraña y turbadora, no tenía control alguno de mi sexo. Entonces llegó la sorpresa, “¿sabes?, me lo estoy pasando bomba…”, me dijo, “creo que seguiré con las llaves una temporadita, 2 días no son nada, y seguro que te gustaría hacer mas reportajes, sobre todo si me acompañan mas personas ¿verdad?..”, me lanzó un besito con la mano y se fue con mis llaves, pero me dejó con la mayor excitación y deseo que nadie pueda experimentar.

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